¿Cómo es el proceso de aprendizaje?

Descubrir la manera en que la mente humana aprende, es una de las claves para poder desarrollar la inteligencia de una persona, así como impulsar el potencial de una empresa.

¿Cómo procesa el cerebro la información? ¿Existen métodos para que la mente retenga más conocimiento? ¿De qué depende que una persona aprenda cierto tipo de cosas y otra no? Estas son preguntas que cada capacitador debería plantearse a la hora de iniciar cualquier programa de formación, si busca que este sea verdaderamente efectivo.

Para resolver estos interrogantes debemos empezar por entender que la inteligencia humana tiene tres características principales:

La inteligencia es diversa, cada persona entiende el mundo desde su experiencia, los sentidos son detonadores de sensaciones y percepciones distintas y particulares.

La inteligencia es dinámica, es interactiva. La creatividad es el proceso de concebir ideas originales que tengan valor, y surge de la interacción entre las diferentes disciplinas de la vida.

La inteligencia es distinta única. Cada ser humano se desarrolla de una forma singular, desde el sello de su subjetividad. La inteligencia tiene tantas formas como personas en el mundo.

El sistema de educación actual no ha tenido en cuenta estas características. Con la industrialización, se promovió el desarrollo de un modelo uniforme para la adquisición y reproducción del conocimiento, caracterizado por el formato de un instructor que transmite ideas unidireccionales, estimulando muy poco la creatividad humana.

Esta metodología ha creado la concepción homogenizadora del aprendizaje y la inteligencia, provocando que millones de personas transiten su etapa de formación profesional sin realmente aprender o desarrollar las habilidades potenciales intrínsecas de su ser.

Además, con el contacto continuo con la digitalización de la información, nuestra capacidad de atención ha disminuido notoriamente, por lo que esta dificultad se ha extendido aún más en las capacitaciones online. Repensar la forma en que entregamos conocimiento, se hace completamente necesario.

Cientos de cursos presenciales y online pierden efectividad al no considerar la forma en la que nuestra mente aprende y memoriza la información, por ende fallan en sus objetivos. En el caso de los cursos online, esta falta de efectividad se amplifica con los Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS por sus siglas en inglés, Learning Management System) que no tienen las características necesarias para contribuir con buenas prácticas de capacitación. De hecho, en muchos casos, lo único que promueven es el uso aburrido de contenidos, inundando a los participantes con interminables textos en formato word o pdf, o extensas charlas sin ningún tipo de interacción. Esto deriva en un nivel de deserción y falta de compromiso altísimo en las capacitaciones virtuales.

Es entonces fundamental entender la multiplicidad de formas que permiten que el conocimiento se fije en nuestro cerebro.El aprendizaje significativo no es un proceso puramente cognitivo sino que involucra a las emociones y el espíritu humano. No tener la apertura mental para concebir esta idea ha dejado a las metodologías de formación estancadas en el tiempo.

¿Sabías qué nuestro cerebro fija el conocimiento en mayor o menor porcentaje dependiendo de la fuente y forma de la información?

Sólo cuando encarnamos lo aprendido, cuando lo compartimos con otros y hacemos práctica la información, el conocimiento se fija en nuestro cerebro. Los datos dejan de ser números que se olvidan fácilmente y pasan a tener significación por medio de la experiencia. En este punto la inteligencia se desarrolla y toma la forma única del individuo.

Siguiendo esta lógica, es fundamental brindar una experiencia de aprendizaje basada en la interacción entre los participantes de los cursos y el desarrollo de actividades que pongan a los usuarios como protagonistas de hechos en los que el conocimiento pueda ser probado.

En una clase presencial estas herramientas son fácilmente incorporadas, pero en el mundo digital era casi imposible hasta hace pocos años. Gracias al desarrollo de la tecnología, han nacido nuevos Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS) que permiten un nivel de interacción entre el capacitador y el participante, o entre unos y otros participantes, comparable con las mejores posibilidades de la educación presencial.

Para sacar el máximo provecho de estas nuevas posibilidades, hoy te compartimos 5 Claves para promover el aprendizaje en las capacitaciones virtuales:

1. Combina el material de tus cursos presenciales. Uno de los errores más comunes a la hora de incorporar clases virtuales en los programas de capacitación, es pensar que basta con crear una versión de texto digital, del contenido que se transmite oralmente en las clases presenciales. Esta mala práctica genera que los participantes se aburran y no tengan ninguna motivación para consumir el contenido. Debemos entender que la enseñanza virtual no tiene los mismos elementos que la presencial, hay herramientas y modalidades diferentes que debemos incorporar con el fín de lograr nuestros objetivos. Por esto, te recomendamos incluir documentos en todos los formatos de lectura, archivos de audio y video, de corta duración, y presentaciones interactivas. Entre más versátil y variado sea tu contenido, más interés tendrán tus usuarios en consumirlo.
2. Utiliza la funcionalidades de tu LMS para fomentar la interacción. En un principio la educación virtual se basaba en el concepto de e-learning donde los participantes leían o escuchaban el contenido de las clases y luego realizaban un examen para validar su conocimiento. Con el avance de la tecnología hemos conocido una versión evolucionada de esta metodología, conocida como Live Learning. Las plataformas que se basan en este modelo de enseñanza, ofrecen la posibilidad de acceder a salas virtuales donde el instructor y los participantes pueden intercambiar conocimientos, tal y como si estuvieran en un mismo lugar. Valerte de este tipo de herramientas para promover el trabajo en equipo, te garantizará el desarrollo de las relaciones interpersonales de tu grupo de trabajo, el aumento del compromiso y el establecimiento natural de los roles entre los usuarios.
3. Sé extremadamente dinámico a la hora de pensar el material de tus cursos. Un capacitador virtual no sólo debe hacerle frente a la dificultad intrínseca que hay al enseñar, sino además combatir las distracciones propias de la era digital. Cuando un participante se sienta al frente de su computadora, libre, sin supervisión alguna, no sólo tiene acceso al material de tus clases sino a su mail, redes sociales, videos y cualquier tipo de información que puedas imaginar. Utilizando los permisos de audio y video dentro de las salas virtuales, fomentas la exposición oral de las ideas de los participantes de tus cursos, manteniéndolos atentos e interesados en el contenido que deseas transmitir.
4. Fomenta el desarrollo del pensamiento crítico por medio de la realización de encuestas y el inicio de temas de discusión en el foro de tu plataforma LMS. La educación no sólo tiene la responsabilidad de transmitir conocimiento, sino de fomentar el análisis y la evaluación de la información transmitida. Todo esto con el fin de impulsar una reinterpretación del mundo, y la formación de las opiniones individuales y únicas de los sujetos que participan en tus capacitaciones. Sólo de esta forma lograrás que la información que transmites deje de ser información y se convierta en conocimiento útil para hacer una diferencia en tu empresa, en tu contexto y por qué no, en tu vida.
5. Traslada la enseñanza a problemas de la vida real. Programa actividades en las que tus usuarios puedan poner en práctica la teoría aprendida. Recuerda que lo que se oye se olvida, lo que se ve se recuerda y lo que se hace se aprende.

Si quieres profundizar sobre estas prácticas para mejorar la calidad de tus cursos online, no dudes en comunicarte con nuestro equipo de Live Learning Specialists. Escríbenos a soporte@wormholeit.com.